La ansiedad es una emoción normal que se experimenta en situaciones en las que el sujeto se siente amenazado por un peligro externo o interno. Habría que diferenciar entre miedo (el sujeto conoce el objeto externo y delimitado que le amenaza y se prepara para responder) y ansiedad (el sujeto desconoce el objeto, siendo la amenaza interna y existiendo una dificultad en la elaboración de la respuesta).
La ansiedad es anormal cuando es desproporcionada y demasiado prolongada para el estímulo desencadenante. A diferencia de la ansiedad relativamente leve y transitoria causada por un evento estresante, los trastornos de ansiedad duran por lo menos seis meses y pueden empeorar si no se tratan.
¿Cuáles son los síntomas de la ansiedad?
Existen distintos cuadros clínicos en los que la ansiedad es el síntoma fundamental:
Trastorno por crisis de angustia, en el que la ansiedad se presenta de forma episódica como palpitaciones, sensación de ahogo, inestabilidad, temblores o miedo a morirse.
· Trastorno de ansiedad generalizada, con un estado permanente de angustia.
· Trastorno fóbico, con miedos específicos o inespecíficos.
· Trastorno obsesivo-compulsivo, con ideas intrusivas y desagradables que pueden acompañarse de actos rituales que disminuyen la angustia de la obsesión (lavarse muchas veces por miedo a contagiarse, comprobar las puertas o los enchufes, dudas continuas).
· Reacciones de estrés agudo o postraumático.
· Trastornos de adaptación a situaciones vitales adversas.
¿Cuáles son los síntomas más habituales?
· Palpitaciones
· Sensación de ahogo
· Angustia
· Fobias
En la ansiedad infantil, las manifestaciones son similares a las descritas para el adulto, revistiendo características especiales las fobias (por tratarse de temores a la oscuridad, los animales y a la separación de los seres); el trastorno de ansiedad por separación, terrones nocturnos, o entre otros, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (por ser una patología de inicio generalmente en la niñez y requiriendo a veces un tratamiento farmacológico con psicoestimulantes).
Existe una predisposición genética que hace a la persona susceptible de padecer ansiedad. La interacción genes ambiente es lo que marcará el inicio de los síntomas, ya que hace falta se den condiciones estresantes para que se desarrolle. Puede suceder a lo largo del desarrollo, lo cual conduce a un trauma complejo, trauma de apego o trauma transgeneracional o bien a lo largo de la vida por circunstancias de vida adversas, lo cual hace que se disparen diversos mecanismos internos, creencias, o valores disfuncionales instalados en la persona.
Por lo tanto, el tratamiento dependerá mucho del tipo de malestar que se presente, el manejo diario, los recursos personales, o la disposición al mismo. A veces es necesario el tratamiento farmacológico ya que ayuda a atenuar los síntomas, en casos agudos o bien muy persistentes. Y fundamentalmente, es necesario un tratamiento psicoterapéutico donde se puede aprender una buena gestión emocional, desbloquear traumas y mejorar las relaciones con el entorno y con uno mismo. Se puede vivir con serenidad y plenitud.
Mª PILAR FUENTE
PSICÓLOGA COLEGIADA. TERAPEUTA FAMILIAR. CLÍNICO EMDR
ESPECIALISTA EN TRAUMA Y APEGO. TERAPIA PRESENCIAL Y ONLINE.
REGISTRO SANITARIO C-15-003566 y C-15-003650